Quiénes somos

Somos la primera organización social de Argentina y América Latina dedicada a la temática del duelo en niños/as y adolescentes. Desde el 2008 realizamos un trabajo profesional y comprometido con la comunidad, en la actualidad hay 220 pacientes en acompañamiento y un equipo multidisciplinario de más de 40 personas.  

Desde nuestros inicios hasta la fecha han pasado por la institución más de 2.825 niños, niñas y adolescentes en duelo junto con sus familiares directos y hemos capacitado a más de 15.000 personas (docentes, profesionales de la salud, padres) con una población beneficiaria directa de 105.00 niños y niñas. 

Reunión mensual del equipo

Misión

Acompañar psicológicamente a niños y adolescentes en duelo para que junto a sus cuidadores, construyan un sistema familiar ordenado y saludable. Capacitar a otras poblaciones e instituciones (educadores, profesionales de la salud, empresas, etc) para abordar la temática del duelo de una manera más natural e integral. Incidir en la generación de políticas públicas que aborden la temática.
 

Visión

Contribuir para generar un cambio de conciencia social y cultural en torno a la muerte, transmitiendo, de esta manera, el valor de la vida, el presente y la gratitud.
 

Significado de Aikén

Es un nombre de origen tehuelche y mapuche. Significa vida, vivir.
La misión se trata de eso; acompañar a los niños y adolescentes en duelo para resignificar la vida, darle un nuevo sentido luego de una pérdida tan importante.

 

Un poco de Historia

Fundación Aiken surge en el 2008, o tal vez mucho antes, cuando nuestra fundadora tuvo que enfrentar a los 6 años el duelo por la muerte de su padre y en su adolescencia por su padrastro.
Desde muy joven Aldana supo que su experiencia tenía que tener un sentido que la trascendiera a ella y a su familia. Con el paso del tiempo, ese dolor se transformó en motor para cumplir un sueño, y este sueño en el puente de muchos niños y sus familias para construir una nueva realidad. Es por esto que el lema de Aiken, es “Siempre puede salir el sol”

Nacimiento de Aikén según la Fundadora

Todo comenzó en marzo de 2008, mientras leía un libro de mi maestra Elisabeth Kubler Ross, Sobre el duelo y el dolor. Desde el inicio de mi carrera en psicología me habían llamado la atención los temas sobre la muerte y el duelo y ese libro era uno de mis favoritos.

Cuando leí en un apartado que en otro país existía un grupo que se especializaba en acompañar a niños y adolescentes en duelo, pensé 'Qué importante hubiese sido tener este tipo de acompañamiento cuando se murió mi papá a mis 6 años y cuando se murió mi padrastro en la adolescencia', 'Quiero hacer algo de esto en mi país'. Así fue como me puse averiguar si existía alguna institución que se dedicara a esta temática, para unirme en caso de que existiera, y si no, estaba decidida a crearla (no tenía idea de cómo ni mucho menos por dónde empezar).

Todo comenzó a darse muy lentamente a medida que iba contando mi sueño, que ya era un proyecto en marcha. Me acerqué a la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital Tornú, donde me apoyaron en relación a mi idea y me quedé varios meses haciendo una rotación. Allí, además de adquirir experiencia conocí personas que se unieron al proyecto y juntas comenzamos a darle forma; surgieron los objetivos de la fundación, las posibles metodologías, el nombre, el logo, las primeras reuniones con abogados, las críticas constructivas de colegas, las dudas pero sobre todo la convicción de cuál era el objetivo final: acompañar a niños que atravesaban por este dolor.

Y por fin, con cimientos firmes, abrimos las puertas del único espacio comunitario en nuestro país para tratar esta temática; en agosto de 2008 llegó nuestra primera familia con un niño en duelo.

Aún recuerdo quiénes atendimos a cada uno y con el amor y dedicación que pensamos cada intervención (la misma con la que lo hacemos hoy en día, ¡y eso es un gran logro!) Así fue como abrimos camino y comenzamos a andar.

Muchas personas importantes para Aiken comenzaron a sumarse, y así muy lentamente, fuimos armando el gran equipo que siento que somos, gran equipo de profesionales y sobre todo de seres humanos. Me da mucho orgullo ver quienes somos y con el compromiso y amor que asumimos la tarea; con la intención clara sobre el objetivo central, haciendo algo para dejar una pequeñísima huella en el tránsito por esta vida, mientras que varios seguimos sanando nuestras heridas.

- Aldana Di Costanzo